lunes, 30 de mayo de 2011

Canción de un marinero


Poema dedicado a una persona que es mí faro en esta tempestad que es la vida,su ayuda y su inapagable paciencia han conseguido que mí barco no naufrague.Y en la dureza de algunos momentos,ella está siempre presente en mis pensamientos.

Pásame otra botella de ese licor,
dicen que el mar nos vuelve a llamar
y que es prodigioso esto llamado ron
para vivir sobre la mujer de agua y sal.

¡Pásame otra botella de barato ron!
¡Qué rugen las olas y hoy debemos faenar!
¡Tirando de cabos y redes al mismo son!
Con nuestros chuvasqueros goteando humedad.

Se deja el amor en la orilla del mar,
pienso en ella al mirar las estrellas
y si vuelvo le juraré amor de verdad,
sus ojos dos faros o dos chispeantes velas.

¡Pásame otra botella de barato ron!
¡Qué tal vez el clima no nos dé un mañana!
Cuidado con los bajos que hay alrededor
y habla suave al mar para que haya calma.

La mar es una mujer bella,dulce y cruel
con rabietas de niña caprichosa
y pretende así ser tu única mujer
pues ha sido siempre una dama muy celosa.

¡Pásame otra botella de barato ron!
La mar reclama vidas en su fiero seno,
cuerpos vivos luchando en barcos sin calor,
cuerpos muertos en la playa bajo un madero.

Las olas azotan la borda de estribor
y bajo la espuma las redes
traen lo que hemos obtenido con sudor
surcando este océano al rumbo fieles.

¡Pásame otra botella de barato ron!
La mar se torna violenta y picada
y el barco cruje desatando el horror
y a la vista no encuentro ninguna cala.

El mar empuja el navío a las rocas,
los gritos de los hombres en la noche,
los estertores del motor con toses roncas
luchando contra el sino más que un galeote.

Esas rocas afiladas muerden el casco
y el agua salpica nuestras caras,
las grúas arrasan con todo a su paso
y arrojan los cuerpos a las aguas airadas.

Mis últimos pensamientos son de ella,
¡Mientras me entra agua en los pulmones!
Destinada a honrar una tumba incierta
ella me regaló amores e ilusiones.

Temprano de mañana los restos en la playa
y yacen en la arena mojada
los valientes en la amarilla vitualla.
Y una mujer en la orilla deja caer
como maleficio a la mar una lágrima amarga
por llevarse a su amor bajo su caprichosa falda.

"¡Pásame otra botella de barato ron!"
Dice la mujer en la habitual taberna
para quitar dolor a base de alcohol.
"Lágrimas ardientes surcan mí mejilla tierna".
"¡Pásame otra botella de barato ron!
¡Qué ya nunca va a haber más un mañana!
En el que mí querido,mí lucero,amor,
se despierte feliz a mí lado en la cama."