Ahogada por el humo de los coches,
ahogada por la generosidad a los billetes,
ahogada por un mundo de derroches
grita mí vitalidad.
Muere sociedad,
entre tu esmog de droga e idiotez,
que quiero ahora mirar hacia otro lado
y solo volver a ver tras el renacer.
Yaced sin brazos,
llevad los lazos
a cambio de buena dosis de felicidad,
no lucháis no, y no sabéis de nada ciegos,
vuestras mentes no superan la pubertad.
¡Qué impotencia!
Y la latencia
de sus sueños,su cultura y su voluntad.
Felices dentro de la jaula de la ignorancia
incapaces de discernir su loca verdad.
Gritos en el vacío,
salen de mí hastío
y parecen no llegar a ningún atento oído.
Cuanta muerte ante sus ojos por la televisión
y sus ideales los llevan como un vestido.
No en su alma,
desde la cama
acostumbran a este horror todo sentido,
¿Cómo podéis luego dar sermones de lo moral?
Sois responsables del mundo y su destino.
Con vuestras acciones,
con vuestros valores.
Como se apaga entre asfalto,cemento,metal...
Como un club nocturno que al cerrar se van las luces,
sin escándalo y sin un gran final la vitalidad.
Sin que haya ruido,
quedando un frío.
Fingís amar pero no sabéis nada de amor,
¿Cómo podéis si solo buscáis vuestra saciedad?
Necesitáis la ficción para que haya color
en vuestra vida,
no hay salida
porque solo amáis vuestro propio cuerpo,
sois esclavos vulgares en un destrozado mundo
y sedados no podéis hacer ningún esfuerzo.
¡Sí,cortos de mentalidad!
Sin gloria ni vitalidad.
