Simplemente dejo que salga el deseo
que pugna salir desde dentro del pecho
¿Es un odio con el mundo entero?
No hay alma,solo un agujero.
Hay vida y hay dulcísimos instantes
pero no me ilusiono como antes
y sonrío con ojos desafiantes
que queman disfraces elegantes.
En las dos cuencas estallan dos hogueras,
miradas directas hienden calaveras.
Sol,luna,viento soplando en mi cara,
son cicatriz de una profunda yaga
que echa de menos la compañía
hasta de su maltratadora daga.
El cuerpo tiene que creer lo humano
y tanta lucha no puede ser en vano,
mi violenta llama es lo que queda
ardiendo sobre mi viejo encanto.
En lugar del alma tengo un descontrol,
un ser que habita dónde no dan amor.
Esta, la cubierta de seda violeta
que es una noche de fuerte tormenta,
es la velada con fúnebres entes
que beben el vino de mi violencia.
¿Yo qué celebro? ¿libertad o pecado?
No lo sé,no elijo al invitado.
¿Cómo no odiar el sino dorado
que me niega un dios en su enfado?
Sed que se sacia a base de vino agrio
hace al estoico cada día más sabio.
A través de mi arde mi supernova
y yo refuljo como una aurora,
es mi alma prendida cual antorcha
que deja detrás fría la alcoba.
Mi cara,esta máscara afable,
agazapa una mente inflamable
que desea reventar con el detalle
que me des cuando eches tu amarre.
Y diré:" Hay amor". Como en tus discursos
porque habrás dado a mi cuerpo sus usos.
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