lunes, 16 de enero de 2012

Historia de una transición.


Ver como cada vez te importo menos,
has de estar insultándome,
¿Me he de cortar con cristales de espejos?
Has de estar insultándome,
cuando solo prevalecen locos mis reflejos
has de estar insultándome.
Te he ofrecido el cáliz de la bondad
y me lo has tirado a la cara,
te he ofrecido pureza en tu suciedad
y me la has tirado a la cara.
Y una vez más vuelves a hacer que escriba,
vuelves a quemar mí vida,
vuelves a hacer contraer cada mísera fibra
en un espantoso llanto.
Ahora mí voluntad está del todo firme
pese a tu conveniencia,
me da igual que no se corra más tu rimel.
La verdad,con él has resuelto tus problemas,
la más clara verdad,
me has echado porque no estoy en tus esquemas.
¿Pero sabes?Yo soy más.
Soy nubes,duras montañas y atardeceres,
saboreo y creo alegría,
soy dramas y victorias repletas de laureles.
Soy el hambre a mediodía,
sabor a lluvia diluyéndose alegre en orujo.
Convierto toda tristeza
en cantos de pájaros mágicos de embrujo,
y con mi temible vileza
convierto tu marcha de mi vida en una fiesta
y sintiéndolo muchísimo
me escapo de dónde me tienes más a mano,
me fugo de tu cesta.
Lo sé,seguirás siendo una mujer feliz
pero sabrás qué regalo
a otra mujer de forma fuerte y febril
y que lo mío es único
y si otro hombre dártelo intentara
se llevaría una pistola
y se pegaría un tiro en su cara.

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