viernes, 24 de febrero de 2012

El príncipe de las Tinieblas


El príncipe quiso besar a la novia,
y tuvo ella que esquivar sus dientes
¡Amante de banalidades vaya gloria!
¿No habría otro más repulsivo
entre su larguísima lista de pretendientes?
Haced paso a vuestro bufón,
el del mundo al revés,
dónde el sentimiento es carbón
y el engendro es rey.
Pero debo yo dar gracias a Dios
por tener yo mi edén
y poder evadirme con el alcohol
de ver tan horrible ser.
¿De verdad?¿No estás de broma?
No es buen ejemplo
de alguien que es buena persona,
quiere tirar mi templo
y roer mi apoyo como la carcoma.
Tal vez mi tonta alteza
no sea capaz de resistir la influencia
y no piensa su cabeza,
y cada vez queda más en evidencia
que otros piensan por ella,
que delega en él la tarea.
Va de su mano y se da aires
de pasear de la mano de un modelo,
su mente es montón de cables
y en su físico a Dios se le fue el dedo.
Trata él de ser buen caballero
pero a él el traje le queda muy grande,
él siempre será perro faldero
y prostituirá sus principios cobarde.
Príncipe de amargas mentiras,
princesa de oídos que son fácil violados
espero que sus muñones
hagan espléndidas las caricias
para que dejes mis sentimientos olvidados.

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